Mi nombre es Alice, hace 15 años de mi primer invierno. Vivo en Londres, todo allí es frío y húmedo. Mi madre y yo vivíamos allí ya que mis padres están divorciados. Vivíamos en una pequeña casa a pocos metros del cementerio más pequeño de la ciudad, poca gente va a visitarlo, así que yo iba muy frecuentemente a pasar la tarde, podía tirarme allí horas y horas. Ese lugar me transmitia tranquilidad y me hacía desconectar de todo aquello que era un maldito infierno. No soy muy sociable que digamos, tan solo tengo una amiga Crish, ella es la única que hasta ahora me a ayudado con mis problemas.

El instituto, ese es mi principal infierno, allí nunca puedo sentirme bien, insultos, "palizas", amenazas y demás me esperan tanto en la salida como en el recreo, en la entrada e incluso en los cambios de clase. Esas 6 horas y media se me hacen eternas cada día. El bullying es algo a lo que estoy acostumbrada desde mi prime día de instituto, mi forma de vestir les hace ver que no soy como ellos, mis gusto hacen que me vean como un bicho raro con el que desatan su fuerza, incluso me llegan a odiar por mi propia sexualidad.

Hace pocos meses que ocurrió algo de lo que no estaba segura. Alguién había llamado mi atención. Era una chica, alta, morena, de ojos marones. No era muy femenina, eso es lo que más llamó mi atención. Dió la casualidad de que unos amigos de Crish la conocían e insistieron en presentármela. Esa chica era genial, me pareció bastante interesante y empezamos a hablar hasta conocernos mejor. De ahí llego a algo más serio, aún me acuerdo de esa fecha 4/1/13. Todo era genial y lo manteníamos un poco en secreto, ella sabía todo lo que me pasaba en el instituto y decidió no contarle a nadie lo nuestro.

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